en los que quieres que el tiempo se pare y no importa nada alrededor...
Fue un abrazo que hizo que una mezcla de alegría e impotencia se mezclara en mis ojos.
Me perdí en él, tanto que no me hubiera importado quedarme y no volver.
Esta vez, como la primera, la luna estuvo de testigo, la única que miraba.
todo empezó con un "ven", "nos debemos un abrazo desde hace mucho"
Sentí que él nunca sentiría lo mismo que yo, que mi corazón no latía así desde hace tanto que no puedo ni acordarme. Sentí que su corazón no seria lo suficientemente grande como para darme el pequeño espacio por el que daría lo que cualquier imaginación no es capaz de imaginar.
Continuo con sus brazos rodeando mi cintura, firmes. El tiempo pasó.
Después me cogió los hombros y apretó su pecho contra el mio. Podía notar como respiraba y el notaba como mi corazón se desbocaba y él parecía disfrutarlo.
Después me acaricio el brazo con la yema de los dedos, volvió a rodearme y el abrazo terminó.
Terminó en uno de esos momentos en los que parece que no quieres soltarte ni que te suelten.
Se fue
Sostengo mi respiración, la última que me queda hasta que vuelva a verte
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